En un pasado lejano, la Iglesia intenta averiguar si una joven acusada de seducir y llevar al suicidio a su confesor mantiene un pacto con el diablo. En el presente, la película sigue la pista de un viejo vampiro que ve amenazada su existencia cuando un millonario intenta comprar su morada.
A estas alturas, el maestro Bellocchio se ha reinventado en varias ocasiones en su carrera. Con Sangue del mio sangue lo hace otra vez; ahora, en una excursión al mundo de la Inquisición. La vehemencia cinematográfica hermana a esta película con una tan distinta –y también vampírica– como Drácula, de Coppola. Ambos cineastas comprenden que estos personajes, estos misterios se abordan mejor desde un cine en ebullición, un cine apasionado, un cine que no teme encontrarse con la belleza en un río y un castillo de fondo musicalizados con una canción de Metallica. A la vez, es un cine prudente que sabe del poderío de una mujer desnuda. Un cine que no huye de las fealdades y los absurdos contemporáneos en un pasaje temporal no arbitrario sino libre. Un cine aristocrático en el mejor sentido de la palabra. Y nada más importa. Javier Porta Fouz
D, G: Marco Bellocchio F: Daniele Cipri E: Francesca Calvelli, Claudio Misantoni DA: Andrea Castorina S: Christophe Giovannoni M: Carlo Crivelli CP: Kavac Film, IBC Movie, Rai Cinema I: Roberto Herlitzka, Pier Giorgio Bellocchio, Lidiya Liberman, Fausto Russo Alesi, Alba Rohrwacher
The Match Factory. Sergi Steegmann E sergi.steegmann@matchfactory.de W the-match-factory.com
Nació en Italia en 1939, y estudió filosofía antes de dedicarse al cine. Entre sus largometrajes se destacan El diablo en el cuerpo (1986), L’ora di religione (Bafici ‘03), Buongiorno, notte (Bafici ‘04), Il regista di matrimoni (Bafici ‘07) y Vincere (2009; Bafici ‘10).