Enfrentémonos al monstruo de la Historia, venga. O, si se prefiere, a otro más temible todavía: el de los prejuicios. Porque Tubular Bells es esa molesta lección que recibíamos de nuestros hermanos mayores al grito de “¡Esto sí que es música!”; es la foto soberbia del joven Mike Oldfield junto a los 27 instrumentos (cinco más, cinco menos) que sabía tocar; es el superventas que dio sentido a la creación de la discográfica Virgin (que después publicaría a los Sex Pistols, no olvidemos); y es esa melodía que acompaña las visitas del Padre Karras a la casa de Megan McNeil. No obstante, también es uno de esos discos enigma que uno no sabe de dónde han salido y que piden a gritos no ya un documental, sino un expediente X. En 1973, solo Oldfield tenía en la cabeza una música así. Por eso, y a pesar de su carrera posterior, Tubular Bells es la obra que dio sentido a su vida. Cuando lo vemos comenzar a tocar el bajo con pasión adolescente a sus 61 años, entendemos que este músico puso algo más que dibujos en un pentagrama y virtuosismo dentro de ese disco. Joan Pons
D: Matt O’Casey
F: Ric Clark
E: Richard Fretwell
M: Mike Oldfield
P: Natasha Dack
CP: Tigerlily Films
Richard Branson, Danny Boyle, Tom Newman, Sally Oldfield
Tigerlily Films. Natasha Dack
W tigerlilyfilms.com
Director, guionista y productor británico. Ha trabajado casi exclusivamente dentro del género del documental musical. Dirigió más de quince películas y series sobre grandes bandas de rock, varias de ellas para la BBC.