Placer y martirio

Delfina: mujer casada con marido e hija adolescente, buen pasar económico, mucama. Una amiga le presenta a Kamil, un señor mayor que juega a las grandes finanzas y, sobre todo, juega a representar ese papel de tiburón manipulador y sofisticado. No es que Kamil finja, es que todo en Placer y martirio está atravesado por un juego de máscaras, por la peculiar idea que tiene Campusano sobre la actuación y los diálogos, de un nivel de artificio consistente y que carga el relato de una electricidad particular. Campusano –en una novedosa incursión de su cine en algo así como las clases altas o media-altas– consigue un melodrama sobre el ennui, la sumisión y el sexo en el que los personajes secundarios –la mucama reclamante, intensa y a la vez deadpan– por momentos generan pasos de comedia tan incómodos como inusuales. Debajo del singular contrato de verosimilitud que puede llegar a establecerse con ella, Placer y martirio bulle como un relato de una intensidad poco común en el cine argentino, de un ritmo narrativo extraordinario, con la vitalidad y el atractivo de quien le tiene poco miedo al error y construye así un cine cuyos bordes desparejos le permiten ampliar el espectro, o los fantasmas. Javier Porta Fouz

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Ficha técnica

Funciones:

Martes 21 - 22:20 h
Village Recoleta Sala: 4
Entradas agotadas

Miércoles 22 - 18:15 h
Village Recoleta Sala: 4
Entradas agotadas

Director:

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