Uno de los (tantos) problemas a los que están expuestos los directores de cine, al llegar a la vejez, es el de ser canonizados. Rápidamente, más allá de los méritos de su obra, suelen volverse intocables y están rodeados por un séquito dispuesto a celebrar sus carreras (por muy mediocres que hayan sido) dejando de lado cualquier tipo de análisis o sentido crítico. No ocurre esto con Im Kwon-taek, quien, con 79 años, llega a la película número 102 en su filmografía. La vejez y el paso del tiempo, justamente, son los temas centrales de Revivre, cuya trama cuenta la historia de Oh Sang-moo, ejecutivo de una importante empresa de cosméticos que se enfrenta a la inminente muerte de su esposa y a la aparición del deseo representada a través de una nueva y joven empleada. Utilizando saltos en el tiempo narrativo, el director evita el posible suspenso de este tipo de trama y deja de lado cualquier atisbo de excesos melodramáticos, centrando la historia en las responsabilidades sentimentales del protagonista. Al igual que sus personajes, Im Kwon-taek tampoco pierde su deseo: en su caso, el de seguir realizando películas únicas y personales. Marcelo Alderete
D: Im Kwon-taek
G: Song Yun-hee
F: Kim Hyung-koo
E: Park Sun-duck, Steve M. Choi
DA: Ju Byung-do
S: Kim Suk-won
M: Kim Soo-chul
P: Shim Jae-myung
PE: Lee Eun
CP: Myung Films
Ahn Sung-ki, Kim Qyu-ri, Kim Ho-jung
Finecut. Kim Namyoung
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Nació en Gwangju, Corea del Sur, en 1936. Desde su debut con Farewell to the Duman River (1962), dirigió más de cien películas, entre ellas, Sibaji (1987), La historia de Chunhyang (2000) y Chihwaseon (2002; premio al Mejor Director en Cannes). En 2002 la Unesco le otorgó la Medalla Fellini, y en 2005 recibi&oacut...
